Nos acercamos al equinoccio de primavera, el llamado Ostara por los antiguos celtas. Es el momento mágico de igualdad del día y la noche, pero a partir de esta celebración los días van a ser cada vez más largos que sus noches. Se celebra, se honra y homenajea a la nueva vida. Empieza la primavera y con ella las semillas parecen germinar y las yemas se abultan esperando florecer. Se representa simbólicamente con los huevos de nueva vida y sus futuros polluelos que simbolizan el poder del inicio de la vida. Con el equinoccio de primavera, descubrimos que en nuestro interior hay energías y poder suficiente para romper la oscuridad del interior del huevo de la inactividad invernal y celebrar la evidencia del despertar de la vida.
El invierno se ha hecho largo, ahora la Tierra empieza a danzar de nuevo. La oscuridad y la luz se han igualado y ahora ya dominará la luz sobre la oscuridad. Y ese retorno y progreso de la luz sobre la noche aporta calor y color y con él se anuncia la actividad y los sones de la naturaleza. Tras el letargo del invierno, se anuncia el renacer y con él la belleza de la primavera que nos colma de deleites.
La celebración de la primavera es la celebración de la renovación, de la fuerza de la vida alzándose cuando todo parecía muerto. Todo empieza a activarse con el vibrar de las posibilidades del nuevo mundo. Es cuando resurge el poder que infundimos en nuestros proyectos y propósitos, es el momento tradicional de poner en marcha nuevas ideas, planes y proyectos que estarán apoyados por el vigor y frescor de la nueva estación.
Todo esto se simboliza en nuestra cultura popular tradicional con el huevo. Éste, también llamado “Huevo de Pascua”, es de origen pagano y representa un momento mágico. En el huevo se encuentra protegida la vida, está en potencia, y al empollarlo, al suministrarle calor, ésta se manifiesta. Y esta creciente vitalidad romperá el cascarón y saldrá a la luz.
El gélido invierno, con sus cortos días y sus hielos y nieves exigen quietud, vida hogareña y familiar; el exterior es claramente de tonos blancos, grises y negros, el color apenas se destaca. Nos abrigamos, nos protegemos, nos calentamos al amparo del fuego del hogar. Al haber poca vida en el exterior, nos interiorizamos conectando más con nuestro ser interior, con nuestro sol interior. Ahora todo empieza a cambiar, la nieve ya se ha retirado o se está retirando o se retirará en poco al alargarse el día y tenderemos el impulso de salir al exterior de nosotros mismos y del hogar. Esto es el renacer.
El huevo también representa la energía del saber obtenido por la meditación tras el retiro invernal y este saber debe ponerse en práctica con nuestras relaciones. Existe, además, la tradición del “conejo de pascua” como símbolo de fertilidad cósmica porque los antiguos veían una liebre en la Luna llena y esta festividad se celebraba en la luna llena del equinoccio.
Nuestra tradición del “Huevo de pascua” es la cristianización de este antiguo símbolo. Pascua en inglés es Easter y no tiene nada que ver con Cristo, sino que hace referencia a Eostara o Eostre, diosa de la primavera anglo-sajona, siendo los huevos, polluelos y conejitos las imágenes de la festividad de Ostara. Los lirios blancos de Easter eran reverenciados y representaban la vulva milagrosa y auto-generadora de Eostre, haciendo referencia a lo sagrado que existe en la sexualidad femenina.
Otro punto importante es que la Luna de Ostara coincide con el mes de los ciervos, la estación del nacimiento de los cervatillos. Y esto nos conecta con el símbolo del ciervo macho en Europa que representa la divinidad masculina solar. Y el mito de que la Diosa ha vuelto a su aspecto virginal y da la bienvenida al joven dios del sol, lo abraza y concibe un niño. El niño nacerá nueve meses después de la luna, en el solsticio de invierno. Así cada año el joven sol desplaza al rival. Así como el ciervo joven logra desplazar al gran macho cuando éste se debilita y el otro adquiere pleno poder.
Las palabras Eostre, Eastre y Ostara están relacionadas etimológicamente en el anglosajón con el significado “Amanecer radiante” y “Luz naciente” y a Ostar que expresa movimiento hacia el sol que se eleva. Lo que señala al Este. Con el tiempo Eostre se transforma en “Easter”, palabra inglesa con la que se denomina la Pascua cristiana y que cambia el “Sol que se eleva” por el “Hijo de Dios que se eleva”.
Hay poderosos indicios de que la costumbre de esta celebración del equinoccio primaveral fuera originaria de las tierras mediterráneas y que los primeros habitantes de las islas británicas la consideraban, como demuestra la evidencia de los sitios megalíticos. Se sabe que era una celebración mucho más popular del sur, donde la gente celebraba este día como el día del año nuevo.
En los países nórdicos parece ser que el aspecto de concepción y fertilidad se pospuso en los ritos hacia el 1º de mayo en Beltane. Hay que reconocer que en el Sur, en el Mediterráneo, el 21 de Marzo ya es plena primavera, cuando en el Norte aún hay abundantes nieves. Así pues la celebración es de origen mediterráneo que después pasó a los celtas cuando llegaron y asimilaron a los pueblos ya existentes Alpino-mediterráneos. Desde este punto de vista, Ostara representa el cortejo de la pareja divina, y Beltane representa la época de consumación de esa relación.
Originariamente la fiesta de Eostara era llevada a cabo en la luna llena del equinoccio primaveral. Esto plantea el problema de si es o no una fiesta solar. Claramente Eostara es una fiesta lunar, en la que se honra a la diosa en la Luna llena Vernal.
Es la Naturaleza en sí misma que, con la primavera, vuelve de las profundidades con su regalo de vida y abundancia. De ello nos hablan las tradiciones de divinidades femeninas como en el mito de Demeter y Perséfore. Era también en este momento del año cuando se celebraba en la antigua Grecia el retorno de Perséfore del submundo. Perséfore fue raptada por Hades, el dios del Submundo. Su madre, Demeter, la diosa de la Tierra y de los cereales, se deja llevar por el dolor de la pérdida de su hija, lo que provoca que el invierno y la muerte lleguen a la Tierra. Más tarde, Perséfore, volverá con su madre, pero puesto que había comido seis granos de granada mientras estaba en el Submundo, debía volver a él durante seis meses cada año, durante los meses del otoño y del invierno. Su reaparición anual en primavera otorga a su madre alegría y por ello la Tierra florece una vez más. Pero en este mito ya tenemos el influjo del poder patriarcal al centrar en el drama el rapto de la hija de Demeter.
Esta idea de renacer fue utilizada por la tradición cristiana cuando Cristo, tras tres días de muerto, resucita y sube al cielo (El Hijo asciende). Y otro aspecto de coincidencia por la época es el de la Anunciación de la Virgen María, el 25 de marzo. La razón de ello es que debía ser 9 meses justos antes del 25 de diciembre, fecha del nacimiento de Jesús. Curiosamente coincide con este festejo de fertilidad de la diosa.
ACTIVIDADES EN OSTARA
“El Renacer de la Vida”
Simbólicamente el Otoño es el “morir”, el Invierno es la existencia “ultraterrenal” y la Primavera el “renacer” o “Reencarnarse”.A lo largo de nuestra existencia es común que vivamos diversas experiencias de muerte y renacimiento, es decir experiencias transformadoras en las que algo muere en nosotros y renacemos a algo diferente. Por tanto cualquier actividad simbólica que la evoque toca la profundidad de nuestro ser.
Sembrar intentos de Ostara.
Para los niños siempre es sorprendente y hasta mágico la transformación de una semilla que parece algo seco y muerto a lo que después es un brote creciendo produciendo hojas y ramas. De forma subconsciente, esta verdad universal, resuena en su ser produciéndoles fascinación y curiosidad.Por ello sembrar es siempre un acto mágico que implica un gran poder y uno de los misterios de la vida en la Madre Tierra. Por todos los sitios en esta incipiente primavera están germinando semillas y abultándose las yemas de las plantas si ya ha desaparecido el hielo. Podríamos imaginarnos una cósmica canción de cuna entonada en el suelo, arrullando las raíces de las plantas, haciendo vibrar el corazón de las semillas.
La primavera, y en especial esta festividad, es propicia para sembrar semillas de intento después de la recapitulación invernal. Esto se puede hacer también con los niños.
Si en Samhain, creamos el conjunto de judías-runas (es una de las actividades propuestas para esta festividad), ahora es el momento de escoger entre una y tres que representen el intento o intentos que queremos realizar en este ciclo anual de vida; es lo que aspiramos ver crecer en nosotros a lo largo del año. Si no tenemos las runas-judías o no las hicimos en Samhain; podemos hacerlo ahora eligiendo de una a tres judias grandes y dibujar en ellas,de forma simbólica, un signo, número o letra que representa un intento. Preparemos un tiesto con tierra (esta tierra debe ser tratada de forma especial con una intencionalidad, purificarla con salvia y con ofrenda de tabaco a la Madre Tierra a través de ella). Luego, con el dedo la removemos visualizando nuestra energía y poder personal adentrándose en ella. Alisemos la superficie y efectuemos los agujeros de cerca de 1,5 a 2 cms de profundidad donde colocaremos las judías en su momento. Luego en una respiración consciente exhalamos nuestro aliento infundiéndoles nuestra esperanza y las plantamos visualizando los hechos concretos que realizaremos durante los próximos días y semanas para hacer que nuestro propósito se haga realidad. Luego las regamos y si hace aún frío cubrimos la superficie con algún plástico transparente y colocamos el tiesto en un lugar algo cálido (sobre la nevera, por ejemplo); y si el tiempo es ya templado, se puede dejar en el exterior. A partir de dos días ya pueden aparecer los brotes.Después hay que cuidar el brote y la planta o trasplantarla al jardín. Si las judías no germinaran, es interesante reconsiderar los objetivos y realizar un nuevo intento, o valorar el grado del compromiso aplicado.
Un ingrediente obvio es el de las semillas junto con los germinados. Las semillas representan lo que se siembra para que germine. Las semillas más utilizadas son: piñones y pipas de calabaza o de girasol y se pueden añadir a ensaladas, platos y postres. Pero también cualquier otra semilla (almendra, avelana, nuez, cereales, etc.)
Preparar Inciensos en Ostara
Los aromas de plantas e inciensos son ofrendas tradicionales de muchas comunidades naturales que se unen a plegarias y meditaciones.
Unas veces por placer y otras por devoción y en ritos quemamos barritas o conos de incienso o colocamos resinas aromáticas en el sahumador. ¿No podría ser una actividad interesante realizar, aprovechando esta festividad, la preparación del propio incienso familiar? En un mundo tan industrializado, el ponerse en contacto con la dimensión artesanal es una experiencia y exige la participación de toda la familia o de las amistades con un fin común. Los niños gustan de trabajar con el mazo y el mortero y de jugar a hacer de brujas o alquimistas con materiales aromáticos. Además los aromas activan potentes energías emotivas y afectivas relacionadas con la salud según la aromaterapia. Además saben que colaboran en algo importante y que tiene implicaciones mágicas, lo que ya es lo máximo.
El incienso, en nuestro caso va a cumplir tres funciones ligadas a la espiritualidad:
1.Dirigir oraciones a las esquinas de la Rueda Medicinal. El propio aroma difundiéndose en la atmósfera conduce nuestro sentir e intento por todo el mundo.
2.Crear un ambiente propicio para el trabajo de interiorización, meditación o de entrar en un estado de consciencia no-ordinario.
3. Estimular la consciencia ritual o estado de ánimo propicio para un trabajo o ceremonia ritual.
También tengamos en cuenta que cuando el incienso se quema con anterioridad al trabajo ritual, su humo purifica el altar, la estancia y a las personas que se proponen participar alejando las vibraciones perturbadoras y negativas.
Otra función del incienso es apoyar al oficiante junto a sus formulaciones o invocaciones a atraer cierta energía específica que incremente su poder personal con el objetivo de obtener un estado de consciencia adecuado y obtener cambios en el ambiente propicios.
Hay dos tipos de incienso; uno es el llamado “Combustible” que comúnmente adquirimos preparado en barritas y conos; de él no nos ocupamos porque su preparación es muy laboriosa y precisa materiales y larga manipulación antes de su utilización; para él hay que preparar toda una instalación; y manejar el material de nitrato potásico que es inflamable y potencialmente peligroso en su almacenaje, y goma de astraganto en ciertas cantidades.
El otro, el que vamos a realizar, es el “Incombustible”, que debe ser vertido sobre brasas de carbón o de vegetal incandescentes. Casi el cien por cien del incienso utilizado en actividades mágicas y ritualísticas es de tipo incombustible en polvo o granulado. Es mucho más fácil de elaborar y uno mismo prepara sus mezclas de acuerdo con sus sensaciones y propósito. Además el incombustible da lugar a nubes de humo onduladas de distintas densidades, cosa que el combustible no hace al quemarse a un ritmo constante y sin tales efectos.¡
Qué mejor incienso puede haber que el que ha surgido de las manos entusiastas y mentes puras de nuestros hijos! Sus esencias se combinan en un intento inmejorable. Los inciensos que vamos a preparar son incombustibles, para quemar sobre carbón, sea del que se vende preparado para ello, o sobre brasas de carbón vegetal o de leña procedente de una hoguera. Para ello hay que tener un recipiente que pueda soportar tal calor sin romperse, o colocar cierta cantidad de arena en el fondo para que el calor no lo rompa. Tengamos en cuenta que el quemar incienso por los niños debe estar bajo la supervisión de un adulto.
Buena parte de los ingredientes que utilizaremos para preparar estos inciensos probablemente sean cosechados por vosotros mismos en las correrías recolectoras por campos. Otros se puede comprar en herboristerías e incluso en comercios de alimentación. Vamos a clasificar los ingredientes en tres categorías:
a) Resinas aromáticas.
b) Cortezas y maderas aromáticas o no.
c) Hojas, frutos, hierbas y flores aromáticas.
d) Aceites esenciales naturales (los artificiales huelen mal).
Resinas aromáticas: En primer lugar veamos las que hay en nuestro entorno. La resina seca de pino, abeto, ciprés, cedro y enebro son buenas. Si hay araucarias, su resina semeja y recuerda al copal. Recojamos la que hay en los tallos de los árboles. No realizar heridas en los mismos. Es mejor recoger la que ya está seca, de lo contrario su recolección es engorrosa. Otras se pueden comprar como son. Asafétida (Férula asafoetida), Árbol del guggul (Commiphora mukul), Benjuí Sumatra (Styrax benzoin), Goma arábiga (Acacia senegal) *, Lentisco (Pistacia lentiscus), Mirra africana (Commiphora molmol) , Mirra de Yemen (Commiphora myrrha), Incienso africano (Boswellia carterii), Incienso de Somalia (Boswellia thurifera), Incienso de India (Boswellia Frereana), Incienso de Omán (Boswellia Sacra), Opoponax (Commiphora holziana), Copal blanco (Bursera Odorata), Copal oro (Bursera bipinata), Copal negro (Bursera hindsiana), Sangre de drago (Dracaena draco) (Dracaena cinnabri) (Dracaena urucurana). Las resinas producen bastante humo y son aromáticas. Hay que molerlas en polvo. * La Goma arábiga es inodora, por lo cual sirve como espesante o compactante de mezclas si se quiere servir como granulado.
Cortezas y maderas: Para la base del incienso necesitamos polvo leñoso. Para ello podemos utilizar cortezas y maderas que vamos a reducir a polvo. La canela(Cinamomum zeylanicum) es un buen ingrediente, pero también se puede utilizar polvo de serrín de madera limpia y no barnizada. La corteza de laurel, eucalipto, limonero, naranjo también nos sirve. También podemos obtener madera de Sándalo (Santalum album) o de Palo santo (Bursera graveolens). La corteza y polvo de madera de sauce o de chopera y álamo también resulta muy agradable. También de árboles y arbustos resinosos como pinos, abetos, piceas, cipreses y enebros nos sirven sus cortezas y maderas. Otras maderas a comprar pueden ser: Aloe madera (Aquilaria agallocha), Haba de Tonka (Coumarouna odorata), Raíz de regaliz (Glycyrrhiza Glabra).
Hojas, frutos, hojas, hierbas y flores: La variedad de plantas y flores aromáticas y aún frutos es muy amplia, las más corrientes son del orden de las labiadas: Tomillo, romero, orégano, serpol, ajedrea, albahaca, lavanda y salvia; todas ellas bastante comunes en nuestros campos y montañas. Además de otras plantas como mejorana, y flores como azafrán, azahar, jazmín, rosas, geranio, etc. Y hojas aromáticas como de laurel, eucalipto, pino, etc. Y frutos como de enebro, Anís estrellado, Mirobálano, pimienta y hasta raíces como de jengibre.
Aceites esenciales: A partir de diversas especies, algunas de ellas exóticas que aportan su propio aroma al verter algunas gotas a la mezcla. Con aceites esenciales se puede sustituir algunas maderas aromáticas y flores, tallos y frutos, por el hecho de ser más fácilmente adquiribles, aunque resulten caros.
A partir de estas posibilidades se pueden obtener mezclas creativas a gusto del interesado y para diferentes usos. Debemos tener en cuenta que muchas plantas huelen de forma diferente al ser quemadas. Y que los aromas dulces se vuelven acres rápidamente.
Para mezclar los ingredientes, primero hay que convertirlos en polvo, para ello hay que darle al mortero o utilizar algo que muela (un molinillo eléctrico de café o picadora). Si las cortezas y maderas las tenemos en forma de serrín, o virutas pequeñas nos será fácil pulverizarlas. No pulverizar resinas tiernas en aparatos eléctricos, pues los dejarán inservibles. Las flores y hojas secas es fácil desmenuzarlas hasta con los dedos.
Todo el material para la preparación del incienso debe estar seco. Las resinas pueden necesitar meses para secarse totalmente si se recogen líquidas o pastosas.Cuando todo está dispuesto y a punto y triturado por separado procedemos en las siguientes fases:
-Procedemos a mezclar con las propias manos las resinas en un recipiente de madera o cerámica y mientras las mezclamos transfiramos nuestra intencionalidad y energía. Visualicemos nuestro poder personal, visualicemos el objetivo para el cual lo reparamos, imaginemos que ese poder emana de nuestras manos y dedos y se une al incienso. En esto radica la razón de que el incienso casero es más efectivo y eficaz que el adquirido en comercios; el nuestro tiene un intento impecable.
-A continuación mezclamos el polvo de corteza y/o madera y lo agregamos a la mezcla anterior igualmente concentrándose en el intento y objetivo del incienso.
-Una vez mezclado este con junto de ingredientes básicos le añadimos hojas, flores, raíces, tallos, frutos, etc. Ya pulverizados mientras proseguimos con la adecuada concentración y visualización.
-Y finalmente podemos añadir los aceites esenciales u otros líquidos como vino, miel, etc., que pueden estar incluidos en la receta. La preparación de aceite esencial puro es de unas 13 gotas por cada media taza (de café) de la mezcla.
Una vez que se han mezclado perfectamente los ingredientes tenemos un polvo. Si queremos que sea un granulado o en piedras, debemos añadirle goma arábiga líquida y crear una pasta homogénea y dejarla secar hasta que se endurezca. Cuando ya está realizado entonces se le carga de intento y poder ofreciéndolo a las siete direcciones y a sus guardianes. Ya está hecho.
Es conveniente guardarlo y conservarlo en un tarro o bote cerrado para que no pierda o se alteren sus propiedades y que le podamos colocar una etiqueta con el nombre que le demos, la fecha de elaboración y el uso para el que lo hemos elaborado. Se pueden buscar potes decorativos si así se desea.
Cait Jonson y Maura D. Shaw en su libro “Magia de la Tierra” nos ofrece las cuatro primeras recetas que reproduzco:
Incienso de Oastara: 3 partes para formar la base (canela, polvo de madera o madera de sándalo en polvo, 1 parte de lavanda seca o pétalos de jazmín., ½ parte de salvia seca.
Incienso del hogar seguro y acogedor: 3 partes de canela en polvo, 2 partes de madera de sándalo en polvo, ½ parte de hojas secas de laurel, ½ parte de angélica seca, ½ parte de mejorana seca.
Mientras se mezcla y pulveriza visualizar la casa brillante de energía cálida y acogedora. Después guardarlo en bote etiquetado. Se le puede añadir algún símbolo como semilla o piedra que asociéis con la buena suerte. Se quema cuando lo consideréis necesario.
Incienso de protección: este incienso es bueno utilizarlo para hacer que los niños se sientan a salvo y seguros cuando se van a la cama.Se hace con 3 partes de canela en polvo, 1 parte de verbena seca, ½ parte de clavo en polvo.
Mientras se mezcla y tritura visualizad el sentimiento de sentirse fuerte, seguro y lleno de poder. Guardadlo en un bote etiquetado.
Incienso del amor verdadero: este incienso es especialmente adecuado para quemarlo en Beltane, te hace sentir más amado y más amoroso. Se hace con 2 partes de madera de sándalo en polvo, 1 parte de pétalos secos de rosa, ½ parte de flores de lavanda secas, 13 gotas de aceite esencial de rosa por cada ½ taza de mezcla.
Mezclemos y pulvericemos la mezcla hasta que sea un polvo fino. Después, utilizando los dedos, mezclar el aceite de rosa. Los niños van a disfrutar oliendo sus dedos perfumados. Luego se guarda en un bote etiquetado.
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Ahora os propongo otras recetas centradas en aspectos ceremoniales. Hay que prepararlas con invocaciones a las 7 direcciones y para el bien de todas las relaciones de acuerdo con la sabiduría nativa americana.
Incienso del Abuelo aliento: o llamo así porque recrea el olor que se genera en el ritual de la “Pipa Sagrada”. Se realiza con 1 parte de mezcla de gomorresina de incienso, copal y cedro, 3 partes de picadura de tabaco puro, 1 parte de polvo de madera de pino, 1 parte de mezcla de salvia, corteza de sauce y corteza de serbal.
Tengamos presente que el ambiente que se crea es parecido al que se experimenta en la ceremonia ritual de la “Pipa Sagrada”.
Incienso ceremonial para celebraciones amerindias: 1 parte de resinas de copal, cedro y pino, 2 partes de polvo de pino o abeto y corteza de sauce, 1 parte de salvia seca, ½ parte de hojas de sauce.
Incienso ceremonial para meditaciones y celebraciones orientales: 1 parte de mezcla de resinas de gomorresina de incienso, benjuí y mirra, 2 partes de mezcla de canela, sándalo y sauce (cortezas y madera), ½ parte de flores de jazmín.
Se puede añadir aceite esencial de jazmín u otra esencia que te evoque Oriente.
Actividad alrededor de los huevos y los alados.
Con Ostara se inicia la primavera y con ella vienen las aves migratorias. Sus trinos llenarán los parques, arboledas y bosques. Un buen regalo para ellas, ahora que empezarán a ocuparse en la restauración y construcción de nidos es ofrecer material con el cual los hagan.
En nuestros cepillos de cabello y peines siempre quedan cabellos, pero casi nunca los recogemos. Así como en los cepillos de nuestros perros y animales domésticos. Si los recogemos a lo largo del año, en primavera podemos ofrecer a los pájaros un material excelente con el que acolchar sus nidos. Ellos acudirán y lo recogerán para tal labor. Dejadlo en un lugar discreto y que lo puedan ver.
La otra actividad típica de Ostara es la del llamado “huevo de pascua”, nosotros lo llamamos “Huevo de Ostara” como ya hemos visto en la introducción al tema.
Una labor que puede ser grata para los niños es pintar huevos con diversos motivos decorativos y colores llamativos, previamente cocidos y enfriados. Después se pueden preparar cestas con aspecto de nidos de pájaro, con materiales diversos como son musgo seco y darles la forma de nido y luego colocar esos huevos decorados en ellos. Con estos nidos y huevos realizamos una ofrenda a la Madre Tierra y al poder que resurge de la misma, al tiempo que honramos a nuestras hermanas las aves.
Uno de esos huevos debemos colocarlo en el altar de Ostara; y en la celebración se puede plantar en el campo o jardín para que aporte suerte y fertilidad a todas nuestras relaciones.
Si la actividad de los huevos se realiza con un grupo de niños estos huevos se pueden decorar con letras y esconderlas por los alrededores de forma que después los niños los busquen y con todos ellos confecciones una pequeña estrofa para la celebración de Ostara.
Creación del altar de Ostara
Hemos dicho que es una festividad lunar en la que se celebra la primavera al invocar a la vida renaciendo y al dios solar recibiendo su vigor al vencer sobre las tinieblas.
Vimos que el elemento exterior es el fuego y el interior la vida de la naturaleza brotando con el color verde. Así pues podemos colocar una vela roja en el Este y a su izquierda una muestra vegetal que represente el brotar de la vida como flores o brotes nuevos. También debemos poner algo que represente el nido con uno o varios huevos de Ostara. El incensario con la preparación de incienso en el Noreste.
Vimos que el elemento exterior es el fuego con su simbolismo el color rojo, y en el ámbito interno lo verde brotando a la vida representado con el verde. Así podemos colocar en el Este una vela roja y a su lado, hacia el interior una muestra floral o de vegetal brotando.
En su centro, acompañando la pluma de águila que representa la alta aspiración espiritual pondremos un nido de musgo con algún huevo de los decorados y cristales y piedras amarillas de color solar. Al Sur, que representa a la Naturaleza pondremos más flores y brotes verdes. Se puede agregar motivos dibujados por niños referentes a la primavera y el resurgir de la vida.
En el Norte, además del incensario y de incienso de Ostara de olor fresco y floral podemos colocar variedad de plumas representando el retorno de las aves migratorias. Y en el Oeste, además del agua, otros motivos y ofrendas de los niños a la estación.
La comida especial en Ostara
Como vimos los alimentos del creciente primaveral principales son: las hojas verdes, los brotes, los germinados, las flores y las setas de primavera. Los sabores de tipo ácido (limones, yogurt, tomates, vinagre y frutos ácidos) y también de sabores agrios. No debemos olvidar la presencia de huevos y alimentos cuyo ingrediente sea el huevo. Por ello ensaladas de hojas verdes y germinados de alfalfa o soja; o brotes como espárragos, o de flores constituyen un buen primer plato. Como segundos, platos inspirados en el huevo como huevos rellenos con mayonesa; y si no se come huevo algún plato de un color amarillento o dorado que lo recuerde y con él al nuevo vigor solar. Como postres pastelitos ovalados con mermelada de flores, flanes de huevo y otros postres que recuerden diversidad de colores de la explosión de vida primaveral.
Sugerencias para el día de Ostara
Debería ser un día plenamente festivo, aunque pueda coincidir con uno diferente a Sábado o Domingo. Este año (2009) será la noche del 20 al 21 de Marzo; como el día 21 de Marzo es sábado, éste es un buen día para celebrarlo.
La fiesta de inicio de primavera está relacionada con el amanecer y por ello es adecuado esa mañana levantarse pronto para ver nacer el sol. Una posibilidad es salir a acampar con la familia, esperar al amanecer en torno a una fogata mientras se cuentas viejas historias; se hace una vigilia y crea una danza que represente el crecimiento de los brotes nuevos de la tierra, creando la música con instrumentos caseros o con una música que te recuerde la primavera.
Al mirar nacer el sol estemos en silencio, descubriendo que la experiencia se sitúa en el aspecto inspirador. Se puede hacer el trote de absorber su energía. El mundo va dejando de ser un lugar oscuro para convertirse en un lugar lleno de luces y color. Se le puede ofrecer una plegaria o reverente saludo representando el inicio también de esta vital estación. Luego se puede brindar en honor del sol con zumo de frutas, al menos los niños.
Seguidamente, tras el desayuno se puede hacer la tradicional búsqueda de nidos por el hogar o jardín. En ellos se puede colocar los huevos pintados, pequeños juguetes, cristales coloridos o golosinas y dulces. También se incluye el tradicional huevo o conejito de chocolate y no nos vamos a obsesionar por la dieta y lo sano en tal festividad
Una sugerencia divertida es colocar una nota de seguir una huella de conejito y siguiendo esas huellas se van encontrando los nidos con sus regalos por aquí y allá. Si se puede estar en el campo en esta festividad, es interesante buscar signos de primavera. Según el clima y la altitud habrá muchos o muy pocos. Se pueden recoger flores, o fotografiarlas, sean brotes, flores, huevos de ranas, nido en árboles, etc. Observar los pájaros que pían y trinan y demás indicios de primavera. Como adultos podemos conectarnos con la energía vegetal; eligiendo una planta o un árbol y tomarse un tiempo para conocerlo. Sintamos su textura, inhala el olor que emana. Acercarse y mirar sus poros, sus rugosidades, sentid su calor o frío, Abrazadlo, fundiros con él, amadlo.
Tras la búsqueda de los nidos de regalos o del paseo matutino primaveral se puede vestir a los niños de forma especial para la ocasión, imitando a Eostre o a Perséfore, con guirnaldas y coronas de flores naturales o artificiales en el pelo. Los colores verdes brillantes y pastel son los colores lógicos de la festividad, o en otro sentido algo que los llene de vitalidad. Recordemos al hombre verde de los bosques que pone los brotes en cada raíz y ramas, representando el espíritu vital.
Como el recuerdo del mito de Demeter y Perséfore se orienta en la relación entre madre e hija, es bueno que lo representen peinándose una a otra o dándose de comer una a otra, haciendo resaltar los sentimientos de cercanía de una a otra. O quizá leyendo un rato juntas.
En algún momento del día quemad algo de incienso preparado para este día y con él a modo de ceremonia declaremos la gratitud a este nuevo comienzo en que la Madre Tierra nos ofrece año tras año y acompañarlo con alguna canción o poema que se haya escrito sobre la primavera.
Otra actividad que se puede hacer es salir al exterior o también se puede realizar en el salón; se trata de realizar un círculo, tomándose las manos y bailar, cantar y saltar.
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