sábado, 16 de agosto de 2008

martes, 5 de agosto de 2008

Confía


Confía en las cosas que te inspiran, en tus sensaciones, confia en tu intuición, en esa sonrisa que te pone la carne de gallina, confía en ti, en cada momento en el que lloras por haber sido tú y no un extraño más que pasaba por aquí sin importarle nada ni nadie, confía en ti cada vez que te decepcionan, cada vez que sientes que no estas en el camino correcto, confía, porque si lo estás, confía en ti cada vez que sonrías, cada vez que tratas de levantarte y caes, confía y sonríe, cuando te duela hasta desgarrarte el alma, confía, vas bien, cuando no sepas ni donde quieres estar, ni que hacer con tu vida, confía, estás en el camino correcto en el de no conformarte, confía en cada estrella, todas y cada una brillan para ti, para ti que las miras y esperas que se mueva una sóla dentro de tu campo de visión para pedir un deseo, confía, se cumplirá, confía, cuando todo el mundo habla y tú no oyes nada, porque estás ausente, en tu mundo, ajeno a todos, no te importa nada, confía, apareceré, estaré ahí cuando me necesites, confía en que te cogeré de la mano y te llevaré justo donde quieras estar, me quedaré en silencio o te diré esa palabra que necesitas, confía, en que te abrazaré justo en el momento que más lo necesites, cuando sientas que las lágrimas están apunto de brotar, ahí justo ahí, te abrazaré para que caigan sobre mi hombro, confía, cuando sonríamos juntos y me cojas de la mano para sentirme cerca y simbolizar que jamás te quieres alejar de mí, ahí estaré confía, confía cuando todo sea como lo soñaste, porque estabas en el camino correcto, será real, pero no eterno así es que cuando todo se vuelva negro, apareceré con una vela para iluminarte, porque sé, que tú harías exactamente lo mismo, confío en ti, ¿por qué no ibas a confiar tú en ti mismo?.

viernes, 1 de agosto de 2008

Manual de conservar caminos



1] Al principio del camino hay una encrucijada. Allí puedes pararte a pensar en la dirección que vas a tomar. Pero no te quedes demasiado tiempo, o nunca saldrás de ese lugar. Hazte la clásica pregunta de Castaneda: ¿cuál de estos caminos tiene un corazón? Reflexiona lo necesario sobre las opciones que tienes delante, pero una vez que des el primer paso, olvídate definitivamente de la encrucijada, pues en caso contrario nunca dejarás de torturarte con la inútil pregunta: “¿El camino que elegí era el correcto?” Si prestaste oídos a tu corazón antes de ponerte en movimiento, escogiste sin duda el buen camino.

2] El camino no dura para siempre. Es una bendición recorrerlo durante algún tiempo, pero un día terminará, y por eso debes estar siempre listo para despedirte en cualquier punto. Por mucho que te deslumbren determinados paisajes, o te asusten ciertos trechos donde hay que esforzarse especialmente para seguir en pie, no te aferres a nada. Ni a los momentos de euforia, ni a los interminables días en los que todo parece difícil, y el progreso es lento. Más tarde o más temprano llegará un ángel, y tu jornada habrá llegado a su término. No lo olvides.

3] Honra tu camino. Fue tu elección, fue decisión tuya, y en la misma medida en que tú respetas el suelo que pisas, este mismo suelo respetará tus pies. Haz siempre lo más adecuado para conservar y mantener tu camino, y él hará lo mismo por ti.

4] Equípate bien. Lleva un rastrillo, una pala, una navaja. Entiende que para las hojas secas las navajas son inútiles, y que para la hierbas muy enraizadas los rastrillos son inútiles. Conoce siempre qué herramienta hay que emplear en cada momento. Y cuida de ellas, porque son tus mayores aliadas.

5] El camino va hacia delante y hacia atrás. A veces es necesario volver porque se perdió algo, o porque un mensaje que debía haber sido entregado se quedó olvidado en un bolsillo. Un camino bien cuidado permite que puedas volver atrás sin grandes problemas.

6] Cuida del camino antes de cuidar de lo que está a su alrededor: atención y concentración son fundamentales. No dejes que las hojas secas del borde del camino te distraigan, ni que la manera como los otros cuidan sus propios caminos desvíe tu atención. Usa la energía para cuidar y conservar el suelo que recibe tus pasos.

7] Ten paciencia. A veces es necesario repetir las mismas tareas, como arrancar las malas hierbas o cubrir los agujeros que surgieron tras una lluvia inesperada. Que esto no te enfurezca, pues forma parte del viaje. A pesar del cansancio, y a pesar de las tareas repetitivas, ten paciencia.

8] Los caminos se cruzan: las personas pueden explicar el tiempo que hace. Escucha los consejos, pero toma después tus propias decisiones. Tú eres el único responsable del camino que te fue confiado.

9] La naturaleza sigue sus propias reglas: por lo tanto, tienes que estar preparado para los súbitos cambios del otoño, para el hielo resbaladizo del invierno, para las tentaciones de las flores en primavera, y para la sed y las lluvias del verano. En cada estación, aprovecha lo mejor que te ofrezca, y no te quejes de sus particularidades.

10] Haz de tu camino un espejo de ti mismo: no te dejes influir en absoluto por la manera como los demás cuidan de sus caminos. Tú tienes un alma que escuchar, y los pájaros transmitirán lo que tu alma quiere decir. Que tus historias sean bellas y agraden a todo lo que tienes en torno. Sobre todo, que las historias que cuente tu alma durante la jornada se reflejen en cada segundo del recorrido.

11] Ama tu camino: sin este principio, nada tiene sentido.

Paulo Coelho



Y mientras camina...



Un hombre que paseaba por el campo se topó con un espantapájaros.

-Debes de estar cansado de estar siempre aquí, en este campo solitario, sin nada que hacer –comentó el hombre.

Respondió el espantapájaros:

-El placer de alejar el peligro es muy grande, y yo nunca me canso de hacerlo.

-Entiendo. Yo también he actuado así últimamente, con buenos resultados –afirmó el hombre.

-Pero sólo se pasa la vida espantando las cosas aquel que está lleno de paja por dentro –repuso el espantapájaros.

Al hombre le llevó algunos años comprender esta respuesta: todo cuerpo que tenga carne y sangre en su interior ha de aceptar de vez en cuando lo inesperado. Pero quien no tiene nada por dentro, continuamente aleja todo lo que se le aproxima; y, así, ni siquiera las bendiciones de Dios consiguen acercársele.



Paulo Coelho

Hécate


Me siento en las tinieblas
del anoche de la luna oscura,
con mis sabuesos, en la encrucijada
donde convergen los tres caminos,
en la encrucijada, el lugar de la elección.
Todos los senderos llevan a la encrucijada,
y todos son deseables,
pero solo se puede discurrir por uno;
elegir genera finales,
y todos los comienzos proceden de los finales,
delas encrucijadas.
¿Qué camino elegiste tú?
¿Por qué camino irás?
¿Cúal?
Aunque la decisión es tuya,
te voy a revelar mi secreto:
hay que elegir el camino de entrar en el vacío,
hay que elegir el camino de dejarse morir,
hay que elegir el camino de volar libremente.

Amy Sophia Marashinsky-El oráculo de la Diosa

Carta de una mujer indígena


Carta de una mujer indígena

Fuente: Chelita - Sudamérica. Revista "Yo Indio", Nº 4

Soy una mujer indígena, hija de la tierra y el sol,
pertenezco a una raza con una cultura milenaria que hoy conservo como
un tesoro...
Convivo con lo que me rodea, con la lluvia, el viento, la montaña, el cielo...
Soy feliz en estas soledades...
tengo tiempo para contar las estrellas,
tiempo para poner mis sueños al día,
para danzar con los pájaros sintiendo el aire fresco del amanecer
y hablar en silencio con los animales, con las plantas, con los espíritus...
Sé sembrar con la Luna los frutos del alimento,
teñir la lana para hacer el tejido,
hacer medicina como me enseñó mi abuela,
cantar al nuevo día.
Sé amasar sencillamente con fidelidad y con ternura...
Soy mujer indígena, mujer como la Madre tierra,
fértil, callada, protectora y fuerte.
Yo no sé de economía, ni de bancos, ni de política ni subvenciones.
Pero si sé cuando mi mundo está en peligro
y sé cuándo las cosas son buenas o no.
No entiendo de muchas cosas,
a la gente del gobierno que vienen con muchas promesas, palabras de aire cuando hay
elecciones y después nada,
a los que vienen a querer cambiar mi mundo, mis vestidos, mi espiritualidad...
los que roban, los que experimentan con mis hijos,
o les sacan sus órganos para los winkas ricos,
los que mienten, los que me sacan las tierras, los que me explotan,
los que intercambian mi arte y mis tejidos por comida o alcohol
y me pagan una miseria por el trabajo de meses
para venderlos en las ciudades lejanas de Europa,
no entiendo a los que se hacen mis amigos para sacarme conocimientos,
los que vienen con grandes máquinas para talar el bosque,
los que agujerean la tierra para sacarle su sangre,
los que esconden en la comunidad basura en bidones para contaminarnos,
los que nos ponen vacunas, los que experimentan con mi sangre,
los que tienen buena fe y creen que vienen a ayudarme a integrarme poniéndome cables de luz
y trayendo la "caja boba" para confundirme,
los que me ponen zapatos,
los que quieren cambiar mis costumbres ancestrales,
los que me miran como un bicho raro y me sacan fotos,
los que quieren que baile por dinero,
los que vienen con muchas palabras bonitas a hacer iglesias
en nuestros lugares sagrados,
los que intentan esclavizarme con dependencias ajenas a mi cultura,
los que entran armados en nuestras tierras para echarnos,
a los extranjeros que vienen de vacaciones de
guerrilla a enfrentarme con los militares y luego
se van protegidos a sus lejanas tierras...
a veces las cosas se ponen peor para nuestra gente, nos apresan, nos matan...
Tampoco entiendo a los que me desprecian,
los que me ignoran,
los que no les importo nada y me roban todo, hasta mi dignidad...
Soy mujer indígena y sé lo que quiero...
cambiar cosas, esas cosas
que duelen dentro y se van agrandando como la impotencia,
el desamparo, la destrucción, las palabras incumplidas, el desamor
y ese sentimiento de estar siendo violada constantemente.
Quiero gritar
¡Déjenme en paz!... Quiero seguir viviendo así
simplemente, con la tierra y mi gente, la que ríe, la que crea,
la que vibra la vida así como es, sin alterar las cosas,
la que comparte, la que acaricia,
la que no tiene prisa y ama sin esperar nada,
la que no se aburre...
Quiero que me respeten,
soy mujer de la tierra, fuerte como el árbol
que resiste al viento como el junco en la corriente,
firme como la montaña más alta, frágil como el colibrí y dulce
como los atardeceres.
Soy mujer indígena, hija de la tierra y el sol
y aunque no entienda muchas cosas,
se lo que quiero, tengo esperanza y sé que las cosas
van a cambiar.

Dos seres


"Cuando se encuentran dos seres son como dos pájaros delante de una llama. Esta llama tiene dos lados, uno que calienta y otro que quema. El lado que te calienta es el lado que te gusta de la otra persona. El lado que te quema es el lado que no te gusta de ella. Si tienes la paciencia de sentarte al fuego y de aguantar la quemadura hasta que poco a poco se va apagando la llama que quema, hallarás la llama que calienta y estarás bien. Si no tienes esa paciencia tendrás que dejar el fuego, o quemarte más allá de lo que quieres. Tendrás que dejar muchos fuegos, quemarte muchas veces y quizá un día te quemarás en tu propio fuego".


(Leyenda Amaisi-Yaqui, La voz del viento).

Bendiciones


BENDICIONES CELTAS
Extraídas del Libro "ANAM CARA" de John O´Donohue
Libro de la sabiduría Celta

Circulo Celta del Arraigo

Amanezco hoy
por la fuerza del cielo, la luz del sol,
el resplandor de la luna,
el esplendor del fuego,
la velocidad del rayo,
la rapidez del viento,
la profundidad del mar,
la estabilidad de la tierra,
la firmeza de la roca,
Amanezco hoy
por la fuerza secreta de Dios que me guía.


Bendición de la amistad

Ojalá tengas buenos amigos.
Que aprendas a ser buen amigo de ti mismo.
Que puedas llegar a ese lugar de tu alma donde residen un gran
amor, calor, afecto y perdón.
Que esto te cambie.
Que transfigure todo lo que hay de negativo, distante o frío en ti.
Que te transporte a la verdadera pasión, familia y afinidad de la comunión.
Que atesores a tus amigos.
Que seas bueno con ellos y estés allí cuando te necesiten; que te
den todas las bendiciones, estímulos, verdad y luz que necesites para el viaje,
Que nunca estés solo.
Que estés siempre en el nido amable de la comunión con tu anam cara.


Bendición para los sentidos

QUE sea bendecido tu cuerpo.
Que comprendas que tu cuerpo es un fiel y hermoso amigo de tu alma.
Que tengas paz y júbilo, y reconozcas que tus sentidos son umbrales sagrados.
Que comprendas que la santidad es atenta, que mira, siente, escucha y toca.
Que tus sentidos te recojan y te lleven a tu casa.
Que tus sentidos siempre te permitan celebrar el universo y el
misterio y las posibilidades de tu presencia aquí.


Bendición de la soledad

Que reconozcas en tu vida la presencia, el poder y la luz de tu alma.
Que comprendas que nunca estás solo, que el resplandor y la
cornunión de tu alma te conecta íntimamente con el ritmo del universo.
Que aprendas a respetar tu individualidad y tu particularidad.
Que comprendas que la forma de tu alma es única, que te aguarda
un destino especial aquí, que detrás de la fachada de tu vida
sucede algo hermoso, bueno y eterno.
Que aprendas a contemplar tu yo con el mismo júbilo, orgullo
Y felicidad con que Dios te ve en cada momento.


La veneración del día

Dios me bendiga para el nuevo día
no concedido hasta hoy,
para bendecir mi presencia me has dado el triunfo,
Oh Dios, Bendice mi ojo,
que mi ojo bendiga todo lo que ve,
bendeciré a mi vecino,
que mi vecino me bendiga,
que Dios me dé corazón limpio,
no me pierda de vista tu ojo,
bendice a mis hijos y a mi esposa
y bendice mis medios y mi ganado.
Me levanto hoy
por la fuerza de Dios que me dirige,
el poder de Dios que me sostiene,
la sabiduría de Dios que me guía,
el ojo de Dios que me mira,
el oído de Dios que me oye,
las palabras de Dios que me hablan,
la mano de Dios que me cuida,
el camino de Dios que aparece ante mí,
los escudos de Dios que me protegen,
las huestes de Dios que me salvan
de las trampas de los demonios,
de las tentaciones de los vicios,
de todo el que me desee el mal,
lejos y cerca,
solo y entre la multitud.
Bendición
Que la luz de tu alma te guíe.
Que la luz de tu alma bendiga tu trabajo con el amor secreto
y el calor de tu corazón.
Que veas en lo que haces la belleza de tu alma.
Que la santidad de tu trabajo lleve salud, luz y renovación a los
que trabajan contigo y a los que ven y reciben tu trabajo.
Que tu trabajo nunca te canse.
Que libere en ti manantiales de renovación,
inspiración y animación.
Que estés presente en lo que haces.
Que nunca te pierdas en ausencias insulsas.
Que el día nunca te pese.
Que el alba te encuentre despierto y atento,
esperando el nuevo día
con sueños, posibilidades y promesas.
Que la noche te encuentre en estado de gracia y realizado.
Que comiences la noche bendecido, abrigado y protegido.
Que tu alma te serene, consuele y renueve.


Bendición para la vejez

Que la luz de tu alma te cuide,
Que tus preocupaciones y angustias sobre la vejez se transfiguren.
Que junto con el ojo de tu alma se te conceda sabiduría para ver
este bello tiempo de cosecha.
Que tengas paciencia para cosechar tu vida, para curar las
heridas,
para permitir que se aproxime y se vuelva parte de ti.
Que tengas una gran dignidad y sentido de tu libertad, y sobre
todo se te conceda el maravilloso don de conocer la luz eterna
y la belleza que hay en ti.
Bendito seas y ojalá encuentres en ti mismo un gran amor por ti
mismo.


Bendición para la muerte

Ruego que tengas la bendición del consuelo y la seguridad sobre
tu propia muerte.
Que conozcas en tu alma que no debes temer.
Cuando llegue tu tiempo, que recibas todas las bendiciones
y protección que necesites.
Que recibas una maravillosa acogida en la casa adonde vas.
No vas a un lugar extraño. Vuelves a la casa que nunca
abandonaste.
Que sientas un maravilloso aprernio de vivir plenamente tu vida.
Que vivas en comprensión y creatividad y transfigures todo lo
negativo dentro de ti y a tu alrededor.
Cuando mueras, que sea después de una larga vida.
Que estés en paz y felicidad y en presencia de quienes
verdaderamente te aman.
Que tu partida sea protegida y tu bienvenida asegurada

La vida según Teresa de Calcuta

La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es un bien precioso, cuídalo.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es amor, gózala.
La vida es misterio, desvélalo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es un combate, acéptalo.
La vida es una tragedia, domínala.
La vida es una aventura, arrástrala.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es vida, defiéndela.